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viernes, 26 de octubre de 2012

LA ATENCIÓN EDUCATIVA DE NIÑOS ENFERMOS EN SUS DOMICILIOS


Cuando surge una enfermedad oncológica o cualquier otra de larga duración, los niños o los adolescentes en edad escolar se ven afectados no solamente por su enfermedad sino que a nivel académico pueden sufrir un parón en sus aprendizajes formativos, lo que supone un añadido más en su enfermedad, sobre todo de carácter psicológico.

En los hospitales actualmente se dispone de mecanismos personales y materiales para minorar los posibles daños en este aspecto cuando los niños permanecen ingresados durante periodos largos. Los posibles problemas comienzan  cuando se le da de alta en el hospital y el niño regresa a su domicilio debiendo seguir un tratamiento largo.

Nos encontramos en muchos casos con una ausencia total de la ayuda educativa en el domicilio y en otros casos las ayudas son insuficientes. Las propias familias son las que se ocupan de la enseñanza de los niños o bien profesores particulares en algunos casos.

Ø Por lo tanto, es aquí donde el niño puede tener carencias educativas y de otra índole.



EQUIPO DE ATENCIÓN EDUCATIVA HOSPITALARIA Y DOMICILIARIA
(E.A.E.H.D.) nace para dar respuesta a necesidades de carácter compensatorio a alumnos que por causa de enfermedad se ven obligados a una convalecencia en sus domicilios o en centros hospitalarios.

Las aulas hospitalarias están regidas por diferentes leyes:

·                           El Real Decreto 299/1996, de 28 de Febrero (B.O.E. de 12 de Marzo), de ordenación de las acciones dirigidas de la compensación de desigualdades en educación, dedica el capitulo 3, sección 2ª a las actuaciones de compensación educativas dirigidas a la población hospitalaria.
·                           La Orden 2316/1999, del Consejero de Educación, de 15 de Octubre, por la que se regula el funcionamiento de las actuaciones de compensación educativas (B.O.C.M. de 25 de Octubre) establece que: “ Se garantiza la continuidad del proceso educativo del alumnado que, por razones de hospitalización y convalecencia prolongada no puede seguir un proceso normalizado, de escolarización en su centro educativo”
·                                                La resolución de 11 de Junio de 2001 (B.O.C.M. de 9 de Julio), por la que se dictan instrucciones de la Dirección General de Promoción educativa, relativas al seguimiento y evaluación del alumnado .

Teniendo en cuenta las referencias legislativas citadas anteriormente, podríamos marcarnos unos objetivos que serían:

§  Facilitar la posterior integración escolar del alumno, disminuyendo el retraso escolar que supone el periodo de inasistencia al centro debido a su enfermedad.
§  Evitar el aislamiento del alumnado hospitalizado a través de un clima de participación e interacción mediante la integración socio afectiva con otros niños y adultos.
§  Asegurar la continuidad del proceso de enseñanza-aprendizaje, mediante una coordinación adecuada entre los distintos profesionales que entran en contacto con el alumno convaleciente: centro docente, unidades escolares de apoyo en instituciones hospitalarias y servicios de apoyo a domicilio.
§  Contribuir con los recursos necesarios para que el alumno sea parte activa en su proceso de curación
§  Fomentar la utilización formativa del tiempo libre durante los periodos de hospitalización y convalecencia.
Crear un clima propicio para el intercambio de experiencias entre los diferentes alumnos hospitalizados.

          CON DERECHO A PRESTACIÓN
1.       Todos los niños y niñas ingresados a partir del cuarto día, de entre 3 y 16 años.
2.       Alumnos convalecientes que bajo prescripción médica no puedan asistir a su centro, que estén cursando enseñanzas obligatorias y sus residencias queden lejos del hospital.
3.       Alumnos con trastornos graves de personalidad o conducta, atendidos en Unidades de Hospitalización Breve de Psiquiatría o en Centros Educativo-Terapéutico.

La interacción alumno-profesor y alumno-alumno es esencial para que se produzca la construcción de aprendizajes significativos y la adquisición de contenidos de claro componente cultural y social.

*      Tener en cuenta las peculiaridades de cada niño y los ritmos de aprendizaje de cada uno para adaptar los métodos y recursos a las diferentes situaciones, aplicándolos a las nuevas propuestas de trabajo a situaciones de sus vidas cotidianas.
*      Proporcionar continuamente información al alumno sobre el momento del proceso de aprender  en el que se encuentra, clarificando los objetivos por conseguir, haciéndole tomar  conciencia de sus posibilidades y de las dificultades por superar y propiciando la construcción de estrategias de aprendizaje motivadoras.
*      Impulsar las relaciones entre iguales, proporcionando pautas que permitan la confrontación y modificación de puntos de vista, la coordinación de intereses, la toma de decisiones colectivas, la ayuda mutua y la superación de conflictos mediante el dialogo y la cooperación.

Se asegurará la participación de las familias en la toma de decisiones relativas a la escolarización y desarrollo del proceso educativo de sus hijos e hijas especialmente cuándo ella suponga la adopción de medidas de carácter extraordinario.
Personal sanitario, padres, familiares y educadores son fundamentales en el bienestar del niño hospitalizado, y su colaboración y participación activa en el aula.

Los objetivos que se deben plantear han de tener un marcado carácter educativo-formativo, entendiendo por esto a la puesta en marcha de actuaciones dirigidas a que el niño no sólo alcance los objetivos propiamente pedagógicos, que vienen determinados ya por su propio centro de referencia, sino que se le debe preparar para superar otras situaciones que a lo largo de su estancia en el hospital va a vivir, como es el conocer y superar los efectos sicológicos producidos por la enfermedad y  prepararle para su vuelta al colegio.

              Métodos  Pedagógicos a trabajar

A.   Hay que elaborar programas flexibles y sobre todo individualizados, en los que el punto de partida sean los intereses, expectativas y nivel de competencia curricular que presenta cada niño.

B.   Deben establecerse las medidas necesarias para que el niño pierda lo menos posible, el contacto con sus compañeros, tutor, etc. Del centro de origen.

C.   Debe procurarse mantener viva la inquietud por aprender y ejercitar el hábito de trabajo.

D.   Hay que favorecer la ocupación constructiva del tiempo libre, mediante actividades estructuradas que contribuyan al desarrollo integral del niño.
 
E.   Es importante motivarles constantemente para que establezcan relaciones positivas con el medio desconocido y hostil en el que se encuentran.
 
Se han de organizar actividades terapéuticas y específicas en casos concretos. 
                 
Psicopedagógicos:
v  Hay que contribuir a disminuir las vivencias negativas, de ansiedad y angustia que el niño/a experimenta en su proceso de hospitalización.

v  Con la información adecuada y contrastada, y respondiendo a las inquietudes e intereses del niño se aclararán, con un lenguaje sencillo, todas aquellas dudas que pueda plantear acerca de su patología.
 
Sociales:
v  Crear un ambiente de humanización en el hospital, basado en relaciones de confianza y seguridad.

v  Crear y dar origen a distintas situaciones de relación, tanto en el aula, como en planta, servicios, etc. Que favorezcan las relaciones interpersonales entre los distintos niños ingresados en el centro hospitalario.


ATENCIÓN DOMICILIARIA
OBJETIVOS:

Ø  Facilitar la posterior integración escolar del alumno, disminuyendo el retraso escolar que supone el periodo de inasistencia al centro debido a su enfermedad.
Ø  Evitar el aislamiento del alumno convaleciente.
Ø  Asegurar la continuidad del proceso enseñanza-aprendizaje, mediante una coordinación adecuada entre los distintos profesionales que entran en contacto con el alumno: unidades escolares de apoyo en instituciones hospitalarias y servicios de atención en domicilio.
Ø  Contribuir con los recursos necesarios para que el alumno sea parte activa en su proceso de curación.
Ø  Utilización formativa del tiempo libre durante los periodos de hospitalización y convalecencia.

Los EAEHD son un recurso del sistema educativo que intenta compensar las situaciones de enfermedad prolongada del alumno, en ningún caso se trata de suplir al propio sistema educativo: de ahí que el alumno siga matriculado en su centro y la necesidad de colaboración con los servicios sanitarios y educativos del alumno.


DE REGRESO AL CENTRO EDUCATIVO

Ø  Se pueden hacer las distintas actividades que se nos ocurran para facilitar la incorporación al alumno convaleciente, incluso nuestra presencia en los primeros días, aquí tanto la familia como los profesionales del colegio juegan un papel muy importante, lo mismo que los compañeros de clase, todo para que la incorporación sea de lo más normal, recuperando su ritmo anterior a la enfermedad.

v  Lo lamentable es que en la actualidad esta parte de la atención domiciliaria  necesaria para el buen desarrollo educativo del niño y la incorporación adecuada al colegio, en  muchos casos no se puede dar, bien por falta de medios personales, bien por falta de medios económicos…, pudiendo tener esto un perjuicio importante para él niño, tanto a nivel educativo como social y psicológico.

Las familias que se encuentren en estos casos deben solicitar estas ayudas para el domicilio o las que se consideren necesarias para un buen desarrollo educativo del niño a través de los organismos correspondientes del Ayuntamiento o Comunidad Autónoma, pidiendo también asesoramiento en el hospital y en el propio colegio del niño.

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